Yacyretá se está rompiendo y será la mayor tragedia argentina: video exclusivo primicia mundial

miércoles, 29 de octubre de 2008

El Grupo de canotage Kayicidas nos revela en imágenes su aventura

Luego de remar por la defensa del Aª Ayuí Grande en Mercedes Corrientes, el grupo de canotage de origen paranaense nos lleva a compartir su travesía de la mano de este audiovisual que nos muestra la particularidad belleza de este lugar correntino que actualmente se encuentra amenazado de desaparecer por un megaemprendiemiento agroindustrial.

Mas informacion en
Salvemos el Ayuí:
Kayicidas: http://kayicidasparana.blogspot.com/2008/10/remada-por-el-ayu.html




sábado, 25 de octubre de 2008

La Política de la Extinción (1ra Parte)


Por Paul Watson (*)


En el momento actual estamos viviendo en un era de extinción masiva. Cada año, más de 20.000 especies únicas desaparecen de este planeta para siempre. Esto representa más de dos especies por hora. La extinción de las especies es el combustible que sostiene el creciente progreso de la maquinaria de la civilización. Los individuos humanos están en su mayor parte aislad@s de la realidad de la perdida de especies. Alienad@s del mundo natural, guiados por actitudes antropocéntricas, el ser humano medio no es consciente y no se preocupa por el holocausto biológico que tiene lugar cada día. Los hechos son claros. Durante nuestra generación se extinguirán más especies de plantas y animales de las que se han perdido por causas naturales durante los últimos doscientos millones de años. Sólo nuestra generación humana, es decir todas las personas nacidas entre 1930 y 2010, asistirán a la destrucción completa de un tercio o hasta la mitad de todas las formas de vida de la Tierra, todas y cada una de ellas el producto de más de dos billones de años de evolución. Esto es una hecatombe biológica, y lo que esto significa realmente es el fin de la evolución vertebrada sobre el planeta Tierra.La naturaleza está bajo asedio a una escala global. Los biotopos, es decir las regiones medioambientalmente distintas, desde las selvas tropicales y de clima templado hasta los arrecifes de coral y estuarios costeros, se están desintegrando ante la arremetida humana.La destrucción de los bosques y la proliferación de la actividad humana eliminará más del 20 por ciento de todas las especies de plantas terrestres en los próximos cincuenta años. Dado que las plantas forman la base del conjunto de las actividades bióticas, su desaparición conllevará la extinción de un número exponencialmente mayor de especies animales – quizás diez especies de fauna por cada tipo de planta eliminada.Hace sesenta y cinco millones de años, un cataclismo natural dio como resultado la extinción de los dinosaurios. Incluso con una base vegetal intacta, llevó más de 100.000 años el que se restableciera la diversidad biológica de la fauna. Aún más importante es que la resurrección de la diversidad biológica requiere de una zona intacta de bosques tropicales para proporcionar nueva especiación después de la extinción. Hoy, las selvas tropicales están desapareciendo más rápidamente que cualquier otra bio-región, asegurando que después de la era de los humanos, la Tierra quedará como un desierto biológico, (o incluso en un sentido literal), durante eones (millones de años). El actual curso de la civilización se dirige al ecocidio – la muerte de la naturaleza. Como un tren a toda máquina, la civilización está acelerando por las vías de nuestra propia fabricación hacia el muro de piedra de la extinción. Los pasajeros humanos están sentados cómodamente en sus asientos, riendo, divirtiéndose, y eligiendo no mirar por la ventana. L@s ecologistas son los poc@s perspicaces que tienen sus caras apretadas contra el cristal, viendo los cuerpos de animales y plantas arrojados. L@s activistas ecológic@s son aquellas personas, aún menos, que están tratando desesperadamente de asaltar la máquina fortificada de codicia que impulsa este juggernaut destructivo, aniquilador de especies. Otr@s están arrojando anclas desesperadamente en un intento de reducir la velocidad del monstruo mientras las autoridades, ciegas a su propia destrucción inminente, están aporreando, disparando y encarcelando a quienes pretenden salvarnos a todos.


(*)Paul Watson, canadiense y uno de los fundadores de Greenpeace y de Sea Shepherd Conservation Society, es conocido mundialmente por sus acciones temerarias para frenar la caza de ballenas.