Yacyretá se está rompiendo y será la mayor tragedia argentina: video exclusivo primicia mundial

lunes, 10 de agosto de 2009

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LOS BOSQUES ARGENTINOS - Parte II

Región Forestal Parque Chaqueño
La región forestal Parque Chaqueño abarca aproximadamente 67.495.995 hectáreas (UMSEF Cartografía y Superficie de Bosques Nativos de Argentina, SAyDS, 2002), siendo la más grande del país. La parte argentina representa el 58 % de la superficie del Gran Chaco Americano, el cual ocupa 110 millones de hectáreas, comprendiendo también extensos territorios de Bolivia y Paraguay. Se reconocen cuatro subregiones: el Chaco Húmedo, el Chaco Semiárido, el Chaco Árido y el Chaco Serrano.
La región chaqueña involucra a doce provincias, abarcando la totalidad de Formosa, Chaco y Santiago del Estero, norte de Santa Fe, San Luis y Córdoba, este de Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y San Juan, y noroeste de Corrientes.
Clima
En el Parque Chaqueño se encuentra el polo de calor de Sudamérica, con temperaturas estivales muy altas, con máximas absolutas que superan los 48°C, factor que junto a las lluvias concentradas en esta época aceleran los procesos biológicos.
La región presenta marcada amplitud térmica: la temperatura varía en sentido norte-sur con temperaturas medias anuales entre 26°C y 18°C, la precipitación presenta un marcado gradiente que aumenta del oeste hacia el este entre 500 y 1300 milímetros, con valores mínimos cercanos a los 300 milímetros en los bolsones áridos. La evapotranspiración potencial es alta, entre 900 milímetros en el sur y 1500 milímetros en el norte.
Las lluvias, que en algunos sitios son torrenciales, provocan en algunos lugares con nula o baja cobertura boscosa, pérdida en la fertilidad y estructura del suelo (erosión hídrica), causando inundaciones y salinización, entre otros. Por otra parte, producto de los fuertes vientos predominantes del norte se produce también la erosión eólica. Además, las bruscas y grandes variaciones de temperatura producen severos daños a aquellos cultivos y forrajes desprotegidos de cubierta arbórea.
Paisaje
La región presenta gran diversidad de ambientes: extensas llanuras, sierras, grandes ríos que la atraviesan, sabanas secas o inundables, esteros, bañados, salitrales, y una gran extensión y diversidad de bosques y arbustales.
Es una gran planicie con pendiente hacia el sudeste, que forma parte de la gran llanura Chaco-Pampeana. Los pocos ríos que atraviesan la región son en su mayoría de tipo alóctono, es decir que no tienen su origen en ella sino en la Cordillera y siguen la imperceptible pendiente mencionada.
Cobran importancia en la zona más árida de la región los “paleocauces”o antiguos cauces que actúan como reservorios de agua: son zonas en las que no se permite hacer desmontes debido a la importancia que adquieren frente a las inundaciones.
La región presenta una franja oriental con exceso de agua originado por lluvias locales que alimentan a los arroyos tributarios de los ríos Paraná y Paraguay. Además, presenta una zona occidental alimentada por lluvias orográficas. Por último existe una zona central donde hay déficit de agua, la que se pierde por evaporación e infiltración.
En este ambiente, los ríos más importantes son el Paraná, el Paraguay, el Bermejo, el Pilcomayo y el Salado, utilizados para la navegación; y el Tapenagá, Juramento, Salí y Dulce de menor magnitud. La hidrografía se completa con riachos y arroyos.
Una constante de los ríos chaqueños es la de tener grandes variaciones de nivel: en las crecientes inundan la zona circundante y crean cuerpos de agua, mientras que en las sequías desaparecen por infiltración, escurrimiento y evaporación.
Suelo
El Parque Chaqueño presenta gran variedad de suelos fruto del material de origen y los distintos factores que incidieron en su formación. En la zona oriental los suelos son de origen aluvial con bajo nivel de salinidad, hacia el centro-oeste los suelos son más permeables, abundantes en materia orgánica y nutrientes, sin salinidad. En la zona occidental, hay suelos aluvionales ligeramente salinos, fácilmente erosionables, con textura fina.
La ausencia de una cobertura forestal continua, expone los suelos a la energía calórica, lo que disminuye la disponibilidad hídrica para las plantas por la evaporación y produce la pérdida de estructura del suelo por la volatilización de nitrógeno y del carbono. Literalmente, “se quema” la materia orgánica.
En la región también se observan una continua degradación en las áreas con actividad agrícola de tipo intensivo y ganadera de tipo extensivo, aumento de salinización y desaparición de ambientes naturales por cambios en el uso del suelo.

El Parque Chaqueño se extiende en una amplia planicie conformada por masas boscosas heterogéneas y caducifolias que alternan con abras, pampas y raleras; la temperatura y las precipitaciones condicionan la vegetación que se va empobreciendo desde el este hacia el oeste.
El tipo de vegetación dominante es el bosque xerófilo caducifolio, con la distintiva presencia de los quebrachos colorados (Sinopsis sp.) y blancos. Estos juegan un rol fundamental ya que puede llegar hasta los 25 metros de altura formando una especie de techo en el bosque, debajo del cual crecen otros árboles de madera dura, un estrato arbustivo y otro herbáceo con abundantes bromeliáceas, siendo poco abundantes las lianas y las epífitas. Las comunidades edáficas son muchas y muy variadas. Son frecuentes los palmares de Trithrinax campestris y de caranday (Copernicia alba), los sauces (Salix humboldtiana) en los arenales de los ríos, la vegetación de suelos salobres, cardonales, pajonales de espartina, espartillares, juncales, etc.
La gran variedad de ambientes se traduce en una alta diversidad de especies vegetales que hacen del Chaco una de las regiones clave en términos de biodiversidad.
Algunas Especies arbóreas
Quebracho colorado chaqueño Schinopsis balansae
Algarrobo negro Prosopis nigra
Quebracho colorado santiagueño Schinopsis quebracho colorado
Algarrobo blanco Prosopis alba
Quebracho Blanco Aspidosperma quebracho blanco
Chañar Geoffroea decorticans
Zapallo caspi Pisonia zapallo
Itín Prosopis kuntzei
Vinal Prosopis ruscifolia
Urunday Astroniun balansae Tusca
Acacia aroma Espina corona Gleditsia amorphoides
Guayacán Caesalpinia paraguarienses
Espinillo Acacia caven
Lapacho Tabebuia impetiginosa
Sauce Criollo Salix humboldtiana
Lapacho negro Tabebuia ipe
Atamisqui Capparis Atamisquea
Tala Celtis tala
Mistol Zizyphus Mistol
Molle de beber Lithraea Ternifolia
Ñandubay Prosopis affinis
Brea Cercidium praecox subsp glaucum
Horco- queracho Schinopsis marginata
Yuchán o Palo Borracho Chorisia speciosa
Palo Santo Bulnesia sarmientoi
Fauna
La fauna, originalmente muy abundante y variada, fue el recurso natural por excelencia que constituía el sustento de los pueblos originarios de la región. Esta sería la raíz del vocablo “chaco” o “chacu” que indica “lugar de cacería”. Esta región constituye el hábitat de importantes poblaciones faunísticas, algunas de ellas consideradas en peligro de extinción. Entre estas se encuentran el tigre o jaguar (Panthera onca), el tatú carreta (Priodontes maximus), el chancho quimilero (Catogonus wagneri), el oso hormiguero (Myrmecophaga trydactila), el Gato Montés (Felis geoffroyi) y la lampalagua (Boa constrictor occidentalis).
Las aves han sido muy poco estudiadas. Se conocen alrededor de 200 especies, entre las que se destacan: loro hablador (Amazona aestiva), pájaro carpintero (Dryocopus schulzi), águila (Harpyhalietuscornatus), milano chico (Gampsonyx sawinsoni) y charata (Ortalis canicolis), ñandú o suri (Rhea americana), que se localiza en la zona de pastizales y es muy buscado por sus plumas, huevos y carne). De las aves rapaces se destacan el águila coronada (Harpyhaliaetus coronatus) y el halcón blanco (Elanus leucurus); de las carroñeras el chimango (Milvago chimango) y el carancho (Polyborus plancus); y de las de laguna, la espátula (Ajaija ajaja), la garza blanca (Egretta alba), mora (Ardea cocoi) y la cigüeña tuyuyú (Mycteria americana).
Entre los reptiles se encuentran especies que se comercializan indiscriminadamente, como la iguana (Tupinambis rufescens) por su cuero y la tortuga de tierra (Chalonoidis chilensis), la que es muy perseguida para ser vendida como mascota. Los reptiles más llamativos son el yacaré negro (Caiman crocodylus yacare), la tortuga acuática (Phrynops hillarii), la culebra ñacaniná (Cyclagras gigas), la boa acuática curiyú (Eunectes notaeus) y el caimán overo (Caiman latirostris)
Algunos de los anfibios son el sapo cururú (Bufo paracnemis), la rana coralina (Leptodactylus laticeps) y el hílido (Phyllomedusa savagii).
Entre los mamíferos, el carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris), el guazuncho (Mazama gouazoubira), la corzuela o guasuncha (Mazama americana), el pecarí labiado (Tayassu sp.), el oso hormiguero (Myrmecophaga tridáctila), el pecarí de collar(Tayassu tajacu), el puma (Felis conco-lor), la vizcacha (Lagostomus maximus), el yaguareté (Leo onca palustris), el zorro gris de las pampas (Dusycyon gimnocercus), el aguará guazú (Chrisocyon brachiurus), el gato montés (Felis geoffroyi), el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus), el venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticusleucogaster), el pichiciego mayor (Burmeisteria retusa), el quirquincho bola (Tolypeutes matacus), el tatú peludo (Euphractus sexinctus) y la nutria o coipo (Myocastor coipus).
Son muchos los insectos tales como las hormigas podadoras (Atta sp; Acromyrmex sp), hormigas granívoras (Pogomyrmex sp.) y las avispas que comen hormigas (Polybia ruficeps). En los esteros y las lagunas abundan los peces con caraterísticas muy variadas como el caraciforme (Aphyrocarax rubripinnis), los cíclidos (Cichlasoma fascetum y Aequidens portalegrensis), el pulmonado (Lepidosiren paradoxa). Otros que resisten la desecación son la tararira (Hoplias malabaricus) y la anguila (Symbranchus marmoratu).

Región Forestal Selva Misionera

Esta región forestal ocupa aproximadamente 3.011.593 hectáreas en la Provincia de Misiones (Cartografía y Superficie de Bosques Nativos de Argentina, 2002), y cuenta con una importante riqueza biológica, expresada por la diversidad de estratos vegetales y la fauna terrestre e íctica que posee. Se divide en dos subregiones: la de las Selvas Mixtas que comprende la zona norte de la provincia y la de Los Campos que abarca la zona sur.
Ubicada en el ángulo nordeste de la República Argentina, limita al norte y este con Brasil, al sur también con Brasil y con la provincia de Corrientes, y al oeste con Paraguay.
Clima
El clima es subtropical con breves períodos de sequía. De los factores climáticos, el de mayor incidencia es la pluviosidad. Las precipitaciones medias anuales varían entre los 2.000 milímetros en el noreste hasta los 1.600 milímetros cerca del límite con Corrientes. La temperatura media anual es de 20°C, si bien en los últimos años se han registrado máximas y mínimas absolutas de 38°C a 40°C y de–10°C. Pueden llegar a producirse nevadas durante el invierno.
Agua
Misiones se encuentra comprendida en la extremidad meridional de la Cuenca del Paraná, que se extiende desde territorio brasileño. La Meseta Misionera está limitada por el curso del río Paraná en el oeste, de los ríos Uruguay, San Antonio y Pepirí Guazú en el este, del río Iguazú al norte, mientras que el límite con la provincia de Corrientes al sur es recorrido parcialmente por el arroyo Chimiray e Itaembé.
El relieve es mayormente ondulado con una franja montañosa de SO a NE de la provincia. Como consecuencia directa del tipo de relieve y de clima, Misiones presenta un sistema hidrográfico muy ramificado. En su periferia fluvial desembocan no menos de 800 cursos permanentes de agua, de muy diversa categoría. El territorio provincial se ve así dividido en un sinnúmero de cuencas y subcuencas:
 Subcuenca del río Paraná
 Subcuenca del río Uruguay
 Subcuenca del río Iguazú

Los tributarios de los tres grandes ríos Paraná, Iguazú y Uruguay no alteran sustancialmente el caudal de éstos por su aporte, pero contribuyen a su deterioro por efecto de las actividades humanas. Este es el caso del consumo cada vez mayor de fertilizantes y pesticidas usados en la agricultura en las cercanías de ríos y arroyos, que periódicamente trae como consecuencia mortandad de aves y peces. Por otro lado, en los centros poblacionales más desarrollados ubicados a la vera de los grandes ríos, sede de las industrias más importantes, en particular la celulósico papelera, se observa un proceso creciente de contaminación por efecto de los desechos industriales. La región también se ha visto alterada por el impacto de las obras hidroeléctricas, que se realizan dentro y fuera de su territorio. bien s
Suelo
Los suelos de Misiones son lateríticos, rojos, ácidos, formados por partículas finas.
Dadas sus particularidades, encontramos en la región distintas unidades de suelos:
 Suelos de llanuras aluviales
 Suelos de planicie remanente
 Suelos de vertientes disectadas
 Suelos de islas
Por otro lado, se observan en la región procesos erosivos, los cuales tienen su origen en un avance continuo de las actividades productivas del hombre sobre el medio natural, especialmente sobre el bosque nativo. Estos procesos alcanzan una superficie de casi 250.000 hectáreas, especialmente en zonas dedicadas al cultivo de yerba mate, té, especies forestales exóticas y cultivos anuales.
Vegetación
La Selva Misionera alberga y forma parte de la mayor biodiversidad que se registra en el territorio argentino. Esta selva cobija, al igual que los ríos que la circundan, una variada y rica fauna terrestre e íctica.
El tipo de vegetación dominante es la selva subtropical, con una muy variada cobertura, está conformada por cinco estratos verticales: tres arbóreos, uno arbustivo con bambúceas, uno herbáceo y otro muscinal al ras del suelo. También son características las enredaderas, lianas y epífitas, como las orquídeas y los claveles del aire.
Hacia el sur de la región, la formación vegetal predominante es la sabana, con una gran variedad de gramíneas.
Sobre las márgenes de los cursos de agua crecen selvas marginales que forman angostas galerías que se extienden a lo largo de los ríos Paraná, Uruguay y otros cursos menores.
Algunas especies arbóreas representativas
Aguay Chrysophyllium gonocarpum
Burro caá Casearia silvestris
Guabiyú Myrcianthes pungens
Alecrin Holocalyx balansae Marmelero,
Viraró Ruprechtia laxiflora
Guayaibí Amarillo Terminalia triflora
Ambay Cecropia Adenopus
Camboata Blanco Matayba eleagnoides
Higuerón Picus luschathiana
Anchico Blanco Albizia Edwallii,
Canelón Resinoso Rapanea ferruginea
Ibirá Obí Guazú Esembeckia Febrifuga
Anchico Colorado Parapiptadenia rígida
Cacheta Schefflera morototoni
Grapia Apuleia leiocarpa
Cedro Misionero Cederla fissilis
Carayá Bola Guarea pohlii
Jaborandí Philocarpus Pinnatifolius
Ibirá Pitá Peltophorum dubium
Caña fístula Peltophorum dubium
Cancharana Cabralea canjerana
Laurel Alazana Ocotea Pulchela
Guatambú amarillo Aspidosperma australe
Guatambú Blanco Balfourodendro n riedeliamum.
Laurel Ayuí Ocotea dyospirifolia
Caroba Jacaranda micrantha
Kokú Allophyllus edulis
Laurel Batalla Cinnamomum vesiculosum
Catiguá Trichilia hieronimi
Kurupi Sapium Haematosperu m
Laurel Negro Nectandra saligna
Cerilla Eugenia involucrata
Lapacho Amarillo Tabebuia alba
Laurel Amarillo Nectandra lanceolata
Espolón de Gallo Strychnos brasiliensis
Lapacho Negro Tabebuia ipé
Peteribí Cordia tricótoma
Fruto Bolita Cordia ecalyculata
Larangeira Actinostemon concolor
Pino Paraná Araucaria angustifolia
María Preta Diatenopteryx sorbifolia
Mora Alchornea Iricurana
Niño Rupá Alloysia virgata
Ombú Phytolaca dioica
Palmito Euterpe edulis
Pata de Buey Bauhinia candicands
Pindó Arecastrom romanzofianum
Pororoca Rapanea umbellata
Quillai Quillaja brasiliensis
Quina Rauvolfia sellowii
Rabo Lonchocarpus nitidus
Sabuguero Aralia warmingiana
Sota Caballo Luhea divaricata
Trauma Vitex megapotamica
Tembetary Fagara rhoifolia
Timbó Pacará Enterolobium Contortisilicum
Vasuriña Chrysophyllium marginatum
Yacaratia Jacaratia dodecaphylla
Yerba Mate Ilex paraguarienses
Yuquerí Acacia velutina
Fauna
La Selva Misionera ofrece la más rica variedad de fauna de todo el país, tanto terrestre como ictícola. Una de las principales causas de amenazas sobre la fauna terrestre es la desaparición de su hábitat natural: el bosque, debido a las explotaciones agropecuarias y forestales inadecuadas. A esto debe sumarse la contaminación, las obras de gran impacto, la introducción de especies exóticas, la presión que significa la caza furtiva y el tráfico ilegal de especies que constituye una práctica recurrente, tanto por parte de ciudadanos argentinos como brasileños. Otro aspecto a tener en cuenta es la sostenida demanda de mascotas en todo el mundo y la provisión a zoológicos. Se han detectado más de 25 especies amenazadas, entre anfibios, aves y mamíferos.
Entre los mamíferos que habitan en la región se citan a modo de ejemplo: el mono aullador rojo (Alouatta fusca), el oso hormiguero (Myrmecophaga tridáctila), el lobo gargantilla (Pteronura brasiliensis), el yaguareté (Panthera onca), el margay (Felis wiedii), el ocelote (Felis pardalis), el gato tigre (Felis tigrina), el perro vinagre (Speothus venaticus), el tapir (Tapirus terrestris), el pacá (Cuniculus paca), el agutí (Dasyprocta azarae), la corzuela roja y la parda (Mazama americana y M. simplicicornis), el pecarí de collar (Tayassu albirostris) y el oso melero (Tamandua tetradactyla).
Algunas de las aves son el macuco (Tinamus solitarius), el inambú carapé (Taoniscus nanus), el pato serrucho (Mergus octosetaceus), el águila monera (Morphus guianensis), la harpía (Harpia Harpya), el muitú (Crax fasciolata), la paloma trocal (Columba speciosa), el charao (Amazona petrei), el loro vinoso (Amazona vinácea), el yasiyateré grande (Dromococcyx phasianellus), el atajacaminos coludo (Macropsalis creagra), el carpintero cara canela (Drycopus galeatus), el pájaro campana (Procnias nudicollis), el fueguero escarlata (Ramphocelus bresilius), el yapú (Psarocolius decumanus), el tordo amarillo (Xanthopsar flavus).
Existe una gran variedad de reptiles entre los que se destacan culebras como la falsa coral (Erythrolampius aesculappi) y víboras ponzoñosas como la yarará (Botrops sp.) y entre los anfibios la ranita del delta (Argenteohyla siermersi), entre otros, encontrándose además todo tipo de animales invertebrados como arañas, mosquitos, hormigas, termitas, avispas, multicolores mariposas y abejas. Estas últimas merecen especial mención, ya que producen once tipos diferentes de mieles silvestres de suma importancia en la alimentación, tanto de la fauna como de los pobladores.
En los ríos hay variedad de peces como el surubí (Pseudoplatystoma coruscans), el dorado (Salminus maxiliosus), pacú (Colosoma mitrei), sábalo (Prochilodus lineatus) y palometa (Serrasalmus spilopleura). En cuanto a la fauna íctica, y si bien la pesca comercial ha sido considerada una actividad potencialmente importante, no existen estudios que lo avalen, aunque las estimaciones mencionan la extracción de aproximadamente 300.000 toneladas por año. La actividad pesquera que existe en jurisdicción provincial tiene un valor fundamentalmente de subsistencia para los pobladores como así también, con fines deportivos.
Por otra parte, la existencia de Yacyretá aguas abajo de Misiones, ha modificado la cantidad de ciertas especies aguas arriba y su hábitat natural, al haber cambiado sustancialmente el régimen del río. Esto puede apreciarse de manera empírica por la abundancia de ciertas especies y la escasez de otras, cuya presencia estaba ligada a los cambios de estación y régimen del río y a sus migraciones estacionales con fines reproductivos. Tal el caso del surubí o del dorado.

Región Forestal Selva Tucumano Boliviana
La región forestal Selva Tucumano Boliviana (Yungas) abarca una estrecha franja discontinua desde los 300 a los 3000 m de altitud. Su superficie es de aproximadamente 5.480.227 hectáreas y cumple, entre otras funciones, la de regulador hídrico. Se reconocen en ella tres subregiones: la Selva Pedemontana o de Transición entre los 300 y 600 msnm8, actualmente transformada en su mayor parte en áreas de agricultura intensiva; la Selva Montana entre los 600 y 1500 msnm, donde la principal actividad es la explotación forestal y la ganadería invernal y el Bosque Montano entre los 1500 y 2500 msnm, que se está transformando en algunos sitios en pastizales por la actividad ganadera.
8 Corresponde a “metros sobre el nivel del mar”.
Ubicación
La Selva Tucumano Boliviana o “Yungas”, se extiende en nuestro país desde el límite con Bolivia hasta la provincia de Catamarca. Constituye una franja estrecha y discontinua sobre la ladera este de la Cordillera Oriental y las Sierras Subandinas o Sierras Pampeanas, dentro de las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán y Catamarca.
Clima
El clima es subtropical y húmedo con lluvias estivales (régimen monzónico). Se producen heladas en toda la zona y nieva en las áreas más elevadas.
Los sistemas orográficos locales producen variaciones en las precipitaciones y los gradientes altitudinales modifican las temperaturas medias, máximas, mínimas y la frecuencia de heladas. El otoño se caracteriza por las neblinas que cubren las sierras. La precipitación anual varía entre 1000 y 2500 mm anuales y la temperatura media anual oscila entre 14° y 26° C. Las condiciones climáticas de lluvia, temperatura y humedad varían notablemente con las diferencias en latitud, altura y topografía, incidiendo también la orientación de lo faldeos.
Paisaje
La región es montañosa. Presenta las sierras de Santa Victoria, Zenta, Calilegua, Chañi, del Obispo y León Muerto en la Cordillera Oriental; y las de San Antonio, Tartagal, Las Pavas, Porongal, Tres Picachos, Santa María, La Mesada, Santa Bárbara, Zapla, Centinela, Maíz Gordo, Cresta del Gallo, Mojotoro, Castillejos, Lumbreras, Carahuasi, Peñas Blancas, Metán y Candelaria, en las Sierras Subandinas de Salta y Jujuy.
Tucumán y Catamarca exhiben selvas que ocupan las laderas orientales de las Sierras Calchaquíes, del Aconquija y Nevado del Aconquija, Ancasti y Ambato.
En la región se destacan siete cuencas: la del Río Bermejo (superior y medio), la del Río San Francisco, la Alta cuenca del Río Juramento, la Cuenca del Río Salado Norte, la del Río los Horcones, la cuenca del Río Salí-Dulce y la del Río Salar de Pipinaco al sur de la región.
Agua
El agua proviene de las lluvias y de las nieves y a través de los ríos y arroyos que descienden de las partes altas, lo que posibilita el riego en la estación seca. El agua de la estación estival es retenida por la cubierta vegetal y el suelo con drenaje lento con efecto esponja. Sin la cubierta forestal, la lluvia degrada y arrastra el suelo y el efecto “esponja” es nulo. Dicho de otro modo la presencia del bosque, facilita la retención, del agua e impide la filtración directa.
Suelo
En los valles intermontanos los suelos son de mayor desarrollo, por ser de mejor calidad, que en los niveles elevados y son mayoritariamente residuales. Se estima que la Selva Pedemontana ha sido transformada en área agrícola en un 70% de extensión.
Debido a desequilibrios hidrológicos en la zona alta, se producen inundaciones y aluviones que destruyen la selva. Asimismo, se verifica erosión laminar en las laderas y carcavamientos, además de reducción de infiltración y pérdidas de materia orgánica.
Vegetación
La vegetación que predomina en la Selva Tucumano Boliviana está constituida por grandes árboles, lianas y epífitas, además de gran cantidad de hierbas y arbustos. Este tipo de vegetación diversa responde a los distintos grados de altitud de la zona y al nivel de humedad. Las áreas de pastizales se intercalan con la parte superior de la selva y el área de dominio de los bosques montanos.
La Selva de Pedemonte se caracteriza por la predominancia de palo blanco, tipa y pacará, y es muy rica en especies por la diversidad de ambientes y la transición con el Parque Chaqueño. La Selva Montana caracterizada por la Selva del Laurel al pie de los cordones montañosos y la Selva de las Mirtáceas entre los 800 y 1500 msnm. El Bosque Montano en las zonas más elevadas, presenta bosques de pino del cerro (Podocarpus parlatorei), bosques de aliso (Agnus acuminata) y bosques de queñoa (Polylepis australis). Entre los 1800 msnm y los 3800 msnm se intercalan con el Bosque Montano los pastizales de neblina, y por arriba de estos, en las montañas y hasta los 5000 msnm el Pastizal Altoandino que es una estepa de gramíneas duras, principalmente del género festuca.
Algunas especies arbóreas representativas
Jacarandá o tarco Jacaranda mimisifolia
Horco Molle o Palo Barroso Blepharocalyx gigantea
Laurel de la Falda Cinnamomum porphyrium
Cebil Colorado o “Curupay” Anadenanthera colubrina var cebil
Nogal Criollo Juglans australis
Roble Salteño Amburana cearensis
Cedro Coya Cedrella lilloi
Viraró Pterogyne nitens
Horco Cebil Parapiptadenia excelsa
Cedro Orán Cedrella. angustifolia
Peteribí Cordia tricótoma
Naranjillo Capparis speciosa
Tipa Amarilla Cascaronia astragalina
Palo San Antonio Myrsine laetevirens
Aliso Agnus acuminata
Tusca Acacia aroma
Sauce Criollo Salix humboldtiana
Lanza Amarilla Terminalia triflora
Aguay Chrysophyllum gonocarpum
Tabaquillo Croton piluliferum
María Preta Diatenopteryx sorbifolia
Palo Bobo Tessaria integrifolia var integrifolia
Chal-Chal Allophylus edulis
Palo luz Prunas tucumanensis
Queñoa Polylepis australis
Laurel Phoebe porphyria
Sauco Xanthoxylon coco
Laurel blanco Nectandra pichurim
Timbó o Pacará Enterolobium contortisiluquum
Pino del cerro Podocarpus parlatorei
Fauna
Las amenazas para los distintos grupos de animales varían en intensidad de acuerdo a las actividades económico-productivas desarrolladas en la zona. Sin embargo se pueden reconocer algunos efectos que inciden en todos los grupos, como son la pérdida de hábitat, la formación de una estructura en mosaico del ambiente y el aislamiento de los individuos. En esta región están representadas 120 especies de mamíferos y ocho de las diez especies de félidos neotropicales. Algunas de estas encuentran aquí el último refugio para su supervivencia en Argentina como el jaguar (Pantera onca) y el yaguareté (Leo onca). Como mamíferos exclusivos de las Yungas cabe mencionar el murciélago cola de ratón (Tadarida brasiliensis), el murciélago nematófago (Desmodus rotundus), la ardilla (Sciurus ignitus), el agutí (Dasyprocta punctata), cuis serrano (Cavia tschudi) y huemul del norte o taruca (Hippocamelusantisensis). En la Selva Tucumano- Boliviana habitan alrededor de 583 especies de aves, las cuales representan el 60% de las especies de la Argentina. Se caracteriza por la presencia de pavas de monte (Penelope obscura y P. dabenei), loro hablador alisero (Amazona tucumana), el surucuá o aurora (Trogon curucui), el burgo (Momotus momota) y el tucán (Rhamphastos sp.) y
aves asociadas a los ríos de montaña.
Muchos de los reptiles existentes se encuentran seriamente amenazados. Habitan en el lugar caimanes (Caiman sp.), tortugas de los géneros Pleurodira y Cryptodira, la iguana colorada (Tupinambis sp), la boa arcoiris (Epricates) y varias especies de serpientes. Tres tipos de serpientes ponzoñosas como la coral (Micrurus pyrrhocryptus), la víbora de la cruz (Bothrops alternatus) y la cascabel (Crotalus durissus terrificus) pueden ser encontradas en estos ambientes.
Entre los anfibios, se caracterizan las especies del género Bufo con algunos endemismos Hyla pulchella y Eleutherodactylus discoidalis se encuentran en diversos ambientes de las Yungas. En la actualidad es la población rural residente en la selva o en su cercanía,. la que provoca mayor impacto sobre la fauna silvestre, tanto por la cacería como por los cambios que produce en el hábitat. De las especies predadoras el jaguar (Pantera onca), es la especie más cazada por producir daños en el ganado, hecho que sumado al valor de su piel hace que en la actualidad su población haya mermado sensiblemente.
Los habitantes cazan para consumo algunas especies de mamíferos como el anta o tapir (Tapirus terrestris), el pecarí rosillo (Tayassu tajacu), el pecarí labiado (Tayassu albirostris), el aguti (Dasyprocta punctata), la corzuela roja (Mazama americana sarae), la corzuela parda (Mazama simplicornis), la mulita (Dasypus mazzai), la taruca, la vicuña (Vicugna vicugna) y el guanaco (Lama sp.). Son activamente perseguidas las aves pava del monte y charata (Ortalis canicolis).
La captura del único primate de la región, el caí o capuchino (Cebus apella) y algunas especies de loros (Amazona sp.) se realiza para su venta como mascotas. Se cazan, exclusivamente por la piel, gatos del monte (Oncifelis geoffroi y Felis yaguaroundi) y zorros (Cerdocyiun thous, Dusicyon gimnocercus y D. culpaeus) y por su atractivo aves canoras chalchaleros (Turdus amaurochalimus) y zorzales (Turdus rufiventri, T. serranus y T. chiguanco), y otras de aspecto vistoso como el tucán grande (Ramphastos toco) y el guacamayo verde (Ara militaris). En la época en la cual el maíz está por madurar, los pobladores de la selva matan al loro choclero (Pionus maximiliani).

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